Promoción del desarrollo socio - afectivo y moral desde la labor docente
Para
promover el desarrollo socio afectivo y moral de los niños y niñas, el
docente debe posibilitar diferentes tipos de experiencias a través de juegos,
dinámicas, gestos; además de propiciar un ambiente adecuado donde exista un
buen trato, con muestras de cariño que fortalezcan los vínculos afectivos
para lograr seguridad y confianza en los infantes. En este sentido, el
docente debe de estar capacitado para orientarlos y guiarlos correctamente,
teniendo en cuenta sus debilidades y fortalezas, además de respetar la
diversidad cultural de los niños y niñas. En consecuencia, es innegable que la relación profesor –
estudiante es bidireccional, y existen variables externas o socioculturales e
internas o intrapersonales propias de cada uno que influyen en sus conductas
Nickel (citado en Baquero, 2014); además de lo mencionado, es de aclarar que
todo
profesor de aula, independientemente de su asignatura, puede participar en
forma activa en el proceso de desarrollo socio afectivo.
Entre
las actividades que un docente puede implementar para promover el desarrollo
socio afectivo y moral, Fandiño, Carrasco, Carvajal, Gómez, Barbosa, Betancourt y Valderrama (2010) nos sugieren las siguientes:
Para infantes de 1 a 3 años de
edad
·
Lograr
que reconozcan que sus sentimientos y comportamiento produce reacciones en
los demás.
·
Expresen
verbalmente sus sentimientos, ideas, opiniones, necesidades con los adultos.
·
Conseguir
que se identifiquen con otros niños, niñas y adultos, reconociendo
características, gustos y necesidades comunes.
·
Que
disfruten de juegos grupales, compartiendo juguetes y espacios con los demás
niños.
·
Que
conozcan sus capacidades para utilizarlas en actividades de distinta índole.
·
Que
se muestren independientes en la realización de las actividades de higiene y
aspecto personal.
·
Conseguir
que se relacionen a través de juegos y conversaciones con los adultos y demás
niños.
·
Que
conozcan las normas que regulan la rutina diaria en la escuela.
·
Conseguir
que se sienta seguro a la hora de expresarse.
·
Que
reconozcan las cualidades de sus compañeros y adultos, construyendo
relaciones desde el respeto.
·
Que
construyan relaciones de confianza, cuidado, afecto, seguridad y colaboración
basados en las normas y acuerdos de su entorno social.
·
Capacitar
a los niños y niñas en la resolución de conflictos dentro del aula.
·
Establecer
acuerdos y reglas dentro de grupos de trabajo.
·
Lograr
que participen activamente en los espacios y actividades que lo requieran
dentro de la escuela.
Además de lo anterior, se hace necesario la realización de diversas actividades pedagógica por medio de talleres que incluya a los padres de familia para potenciar y reforzar la inteligencia emocional de los niños y niñas. Estos talleres, pueden orientar de manera significativa, sobre las distintas herramientas pedagógicas como el juego, la música y el arte, que permiten la expresión de emociones y sentimientos de los infantes. |
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